7 ¡Mirad cara a cara! Si alguien cree ser de Cristo, considere una vez
más dentro de sí mismo esto: si él es de Cristo, también lo somos nosotros.
8 Y aun cuando me gloriara excediéndome algo, respecto de ese poder
nuestro que el Señor nos dio para edificación vuestra y no para ruina, no me
avergonzaría.
9 Pues no quiero aparecer como que os atemorizo con mis cartas.